Confieso que soy el Niño Acento de esta foto, por eso necesito escribir este post. Ya sé que correctamente debería llamarse El Niño Tilde, pero el que hizo el meme lo llamó así y así me he enamorado de él.
Parece una foto más de las que rondan por las redes, pero tiene un toque de ternura, de identificación tan grande que hace que me ría y me conmueva a la vez cada vez que la veo.
Imagino a ese niño cuando el gran creador de la foto dijo:
– Oye, que al parecer, Jesús lleva tilde, necesitamos que alguien se ponga encima de la U… ¡Pablito! Ponte tú, que eres el más bajito y así no se me descuadra la foto.
Y ahí se fue Pablito. A ser una isla en un mar de gente.
Mientras, sus compañeros esperaban la foto riéndose, comentando cómo le olían los pies al que les había tocado arriba, pasándose Cheetos de uno a otro, quien sabe si ligoteando.
Y Pablito ahí, consciente de su misión, aguantando el hambre. la sed y el aislamiento por amor a Jesús y por respeto a la ortografía.
El Niño Acento es desde ya, un símbolo friki de la historia.
¿Quién no se ha sentido alguna vez Niño Acento? ¿Quien no ha notado esa sensación de que el mundo está en marcha pero él va en el tren de polizón?.
He aquí algunos de mis momentos Niño Acento, son los míos, pero seguro que tú tienes otros:
– Cuando todo el mundo se pone a hablar de fútbol y yo, que no tengo ni idea, me quedo mirando un punto fijo esperando a que acaben de decir nombres, cifras y partidos del siglo que se supone que debo conocer pero no conozco…. Soy un Niño Acento.
– Cuando alguien hace un comentario sobre algún personaje de esos que gritan en los programas de la tele o algún anuncio yo, que hace ya 5 años que desconecté la TDT de mi casa… Soy un Niño Acento.
– Cuando todos se ríen de un chiste viejuno y yo me quedo serio pensando: «Tenía gracia las mil primeras veces»… Soy un Niño Acento.
– Cuando hablan de su política, su territorio, sus creencias o sus aficiones y les veo tan seguros, sin dudas, sin fisuras, con esa tranquilidad que da abrazar una idea y no menearse de ella. Yo, que dudo hasta de si todo el rato soy yo… Soy un Niño Acento.
Y así mil veces en las que soy Pablito, oyendo voces a mi alrededor, conversaciones que no me llegan, risas de las que no participo… Pablito rodeado de gente, pero solo. La mayor soledad que existe.
¿Y tú? ¿En qué momentos te sientes un Niño Acento?