Yo he venido aquí a daros la razón. Toda la razón del mundo a los que decís “Esta no es mi Star Wars”. Todo ha cambiado. Esta es la película que lo cambia todo y, por lo tanto, la más transcendente hasta la fecha desde El Imperio Contraataca, aquella película por la que Lucas tuvo que pedir perdón a todos los que salieron decepcionados por encontrarse una película diferente a la que esperaban después de las divertidas aventuras del Episodio IV cuando era La Guerra de las Galaxias, La que abre una nueva era, la que se carga muchas de las cosas que Lucas dejó filmadas.
Lo viejo ha muerto y lo nuevo va a vivir te guste o no. Esa es la evidencia, ahora que lo aceptes es cosa tuya. Y la postura que tomes estará bien.
Asúmelo, has sido trolleado. Esta película ha venido a poner a prueba tu capacidad para aceptar los cambios. Siéntete ahora como se sintió tu padre cuando empezaron a cambiar en su oficina las máquinas de escribir por ordenadores, como se sintió tu abuelo cuando tu padre se dejó melena mientras él despotricaba en el desierto sin poder hacer nada más. Todas las generaciones han sentido ese momento en que perdían el pie del progreso y se adaptaban a lo nuevo o no. Unos lo hacían, otros seguían golpeando teclas y usando carretes de tinta… Sólo son opciones.
La realidad, guste o no, es que esta película viene a cambiar muchas cosas fundamentales de Star Wars. Muchas de las cosas que tú identificabas como propias de la saga ya han sido renovadas. Ahora tú decides si las aceptas o no. Vamos por partes:
Parece que muchos olvidan que todo el arco de la trama de estas tres películas que vamos a ver fue diseñado por J.J. Abrams y Lawrence Kasdan. Digo que parece que la gente se olvida porque piensan que, por el hecho de que el guión venga firmado por Rian Johnson le hace decir cosas como “Menudo marrón le ha dejado a JJ” cuando ese guión no hace sino seguir un arco preestablecido por el propio J.J. Que te guste o no es otra cosa, pero que han pasado las cosas que estaba previsto que pasaran no debe sonar raro.
Han pasado muchos años desde que vimos por última vez a ese Luke Skywalker triunfante como el único Jedi conocido que quedaba en El Retorno del Jedi. Supongo que a ti te hubiera gustado encontrarle igual que lo dejaste, poderoso y honesto, bueno y sin dobleces. Pero resulta que, en estos años, Luke ha catado el fracaso, aquel héroe sin tacha, aquel que supo resistir el poder de la tentación del lado oscuro, aquel que aprendió los grandes secretos de los Jedi en un finde en Dagobah, no ha sido capaz de superar un enemigo más terrible: La constancia de que no es un Dios sino una persona falible. Como le pasó a Obi Wan cuando fracasó intentando que Anakin no se pasase al lado oscuro y, por esa causa se retiró al desierto. Como le pasó a Yoda cuando fracasó al impedir que se aplicara la Orden 66 a pesar de todo su poder, y eso le llevó a exiliarse en Dagobah… Vaya, si lo mismo esto no es tan nuevo…
Por eso Luke, cuando recibe de manos de Rey el sable láser, recibe el certificado de su fracaso, mas aún, recibe el recuerdo de que su fracaso sigue vivo, su intento de conseguir encauzar el poder de Ben Solo, su miedo de que ese poder se desatara para el mal y, porque el miedo te lleva al lado oscuro, su recurso de intentar matarle. Sí, nos hubiera gustado encontrarnos al Luke al que nada le ha ocurrido desde que le vimos por última vez, pero no ha pasado. Sólo lo hemos encontrado más sabio, más humano, más consciente de que es falible, aprendiendo aún, consciente de que “El fracaso, el mejor maestro es”. Cachissss
Por si fuera poco, el “Yo soy tu padre” se ha convertido en “Tus padres no eran nadie”, en una declaración de intenciones clarísima. Lo mismo tú, querido nostálgico, aplaudiste fuerte cuando te contaron aquello de los midiclorianos, cuando Lucas redujo la magia de La Fuerza, aquello que soñábamos que alguien, con la suficiente pureza y dedicación a su estudio podría adquirir, a una cuestión de ADN. De repente La Fuerza era cosa de los Skywalker y de nadie más. Y llega esta película a decirnos que eso ya no es así, no sólo en forma de la hija de unos chatarreros muy lejana a la “realeza Skywalker” sino en forma de una escoba que se mueve sin tocarla propiedad de un esclavo.
Por eso, en la cueva de Dagobah, Luke se encontraba con la máscara de su padre mientras aquí Rey se encuentra con ella misma. La responsabilidad de permanecer en el lado luminoso será sólo suya, ni genes ni mierdas, estás sola contra ti misma, Rey.
Todo ha cambiado, se ha puesto gris. El lado luminoso y el lado oscuro ha pasado a distribuir las luces y las sombras por toda la galaxia. El gran malo que parecía un Palpatine, ha resultado ser tan falible como el propio Luke y nos ha durado dos telediarios. La impoluta resistencia fomenta el tráfico de armas. El nuevo líder, Dameron, aún tiene que aprender la responsabilidad del mando y se equivoca, y provoca muertes. Leia usa La Fuerza de manera instintiva para salvarse demostrando que también es humana… Todo mal si no querías que nada cambiase, todo dado la vuelta.
Hasta los propios Jedi se plantean si su orden, en tiempos intocable, realmente sirvió para algo, no pudieron evitar las guerras clon, no pudieron frenar a Palpatine, no pudieron siquiera, salvar a los suyos, a lo mejor es que no eran tan poderosos, a lo mejor, como muchas formaciones religiosas, olvidaron la esencia de aquello en lo que creían aplastados bajo libros de leyes que ellos mismos habían escrito. A lo mejor Yoda, desde el otro lado, hecho uno con La Fuerza, ha comprendido que no lo hicieron tan bien, y que eran unos soberbios que pensaban que por estar tocados por la mano de La Fuerza podían hacer lo que quisieran sin consecuencias.
Y, por si fuera poco, han sacado muñecos graciosos, no de esos que condicionaban la trama como los Ewoks o Jar Jar, estos sólo hacen una morisqueta y desaparece, otra traición a la saga de Lucas, que no tenía pudor en que esos muñequitos condicionaran toda la película. ¿cómo no los vas a odiar?
Como digo, depende de ti aceptar los cambios o no, enfadarte o adaptarte, como mi padre con los ordenadores. Depende de ti asumir lo que hay de nuevo y seguir disfrutando de Star Wars o bajarte del tren y no seguir viendo estas películas. Nada va a cambiar con tu actitud, las películas seguirán saliendo, llegando a nuevas generaciones que no tienen tus prejuicios, que aceptarán lo nuevo con naturalidad como tu nieto maneja un iPad como si hubiese nacido con uno en las manos, como tú programabas el video de tus padres mientras ellos te miraban como si fueses un mago de conocimientos arcanos inalcanzables.
Protestaste porque en el VII no te contaban nada nuevo, protestas ahora porque todo ha cambiado. A lo mejor es que esa es tu forma de disfrutar de la saga, protestar porque no han hecho la película como tú querías. Te imagino en un museo protestando porque no hicieron El Gernika en color o en un concierto bramando que la Séptima Sinfonía era muy inferior a la Cuarta y han destrozado tu infancia ( qué infancias tan frágiles tienen algunos)
Star Wars ya no es lo que fue y eso no implica que vaya a ser peor. Pero tú tienes razón en quejarte por ello. En ti está quedarte o no, estás en tu derecho de hacer lo que quieras, pero los hechos son tozudos. Puedes quedarte con tu razón, yo seguiré disfrutando esta historia. Son opciones.
STAR WARS HA MUERTO….
¡¡VIVA STAR WARS!!