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No te pases de listo o se enfadarán los listos.

No te pases de listo o se enfadarán los listos.

En El Nombre de la Rosa, el clero, el máximo poder de aquel momento, atesoraba el conocimiento escondiendo los libros importantes en un laberinto construido en la abadía. Era la manera de asegurarse de que el pueblo no se pasara de listo, no empezara a sumar dos y dos, no sacase la conclusión de que no había ningún motivo para mantener esa posición de privilegio de los poderosos y se sublevase.

Pasarse de listo es ser más listo que ellos, y hasta ahí podíamos llegar.

Lo aclaran en la película, para saciar el hambre de entretenimiento del pueblo, igual que echaban los despojos de la comida por el barranco de la abadía, les permitían algunas novelitas, convenientemente revisadas y retocadas. Una limosna cultural y para que se creyeran que sabían todo puesto que no sabían lo que se perdían.

Hoy ha cambiado todo para que nada cambie. Se ha conseguido convencer al pueblo de que no reclame ese conocimiento, que ellos mismos desprecien al que tiene ansia de saber. Haciendo creer al vulgo que sabe lo que tiene que saber, que puede elegir y que elige libremente.

Empezaron en la tele esa cosa en la que la gente grita y habla de cosas intrascendentes con tanta intensidad que la gente, en su casa, llega a pensar que lo intranscendente es lo importante.

Después les convencieron de lo molesto que era estar informados de la actualidad, porque la realidad es incómoda, y les fueron convirtiendo los telediarios en uno esos programas de videos curiosos, muuucha información deportiva y meteorólogos diciéndoles que hoy llueve, pero que mañana sale el sol…

Y así, ellos, que pensaban que estaban viendo «las noticias», se acostaban pensando que no había noticias de qué preocuparse y dormían días y días enteros, vidas enteras.

Mientras los listos vivían sus vidas de verdad pensando argumentos que contar al día siguiente a los que creían que lo mejor era salvarse con Sálvame.

Lo hicieron con el cine. Condensando todo el cine que «había que ver» en un sólo estreno multitudinario por fin de semana, Uno con una gran estrella de Hollywood, algo que se pueda ver comiendo palomitas, sorbiendo burbujas y se olvide en un eructo al salir de la sala.

Se fue arrinconando cualquier otro tipo de cine a salas más pequeñas, ghettos de gafapastas en V.O. y oscuras ediciones en DVD que nunca ocupaban los paneles más visibles de los centros comerciales.

Hasta que consiguieron que la gente gritara unánimemente: «Yo es que al cine voy a pasar un buen rato» y rechazaran por ellos mismos todo aquello que les supusiera un esfuerzo intelectual. La gente ponía a dormir sus neuronas mientras masticaba palomitas y, fuera, los listos vivían, manejaban, especulaban…

Pasó, por supuesto, con los libros, fueron dándoles papilla de conocimientos para que se creyeran que consumían cultura sin saber que estaba previamente masticada. Si querían saber sobre Dios, les daban el código Da Vinci y convertían dudas razonables en aventuras de acción. ¿Que querían leer de sexo? Les sacaban 50 Sombras de Grey camuflándoles su mensaje conservador vestido de cuero. ¿Que los jóvenes quieren leer? Les daban Crepúsculos de jóvenes tristes preocupados por conservar su virginidad…

Y mientras ellos creían ver la luz en 50 sombras, los listos tomaban el sol tranquilos porque el resto no iba a saber nunca lo que supieron ellos para llegar allí.

Y, por supuesto, les masticaron la música, haciéndoles creer que la música es un ruido que llena silencios y no una caricia a tus emociones. De nuevo ocultando la música que hace falta escuchar y enseñándonos sólo esa que basta con oírla.

Ni siquiera les da miedo que en internet se pueda buscar de todo. Porque los listos han conseguido una gente que no sabe lo que hay que buscar y busca lo único que les han dicho que existe. El laberinto perfecto es aquel de el que la gente no sabe que puede salir.

Así que ya lo sabes, no quieras saber o ellos podrían perder sus privilegios. Permanece dormido, rumiando los restos que te tiran y con miedo a pasarte de listo. Los listos no permitirán que pases de ellos

Los listos brindarán con champán cada vez que tú pienses que ya lo sabes todo.

20 comentarios en “No te pases de listo o se enfadarán los listos.

  1. Adrián dijo:

    Y que piensa un listo, no será esto otra artimaña por parte del autor para desviarnos de lo que realmente quiere que no nos enteremos (brain games en estado puro).

    Un saludo.

  2. Arturo, te recomiendo un libro que posiblemente hayas leido ya pero que tengo que comentártelo. Se llama Un mundo Feliz, es de Aldous Huxley, creo que te puede gustar.
    Se puede ver la manipulacion que puede hacer un «gobierno» con una sociedad.
    Gracias.

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